A mediados del siglo XX las nuevas técnicas industriales, trajeron consigo una revolución, cambiando por completo el sistema de producción.
Como consecuencia, se generaron muchos puestos de trabajo, por lo que la población de Mondragón se incrementó mucho en poco tiempo. Con el objetivo de dar respuesta a este incremento, entre los años 60-70 se construyeron gran parte de las viviendas denominadas “viviendas obreras” que hoy componen parte de la trama urbana.
Un claro ejemplo, de este tipo de viviendas, es esta que os queremos enseñar, ubicada en el barrio de Santa Teresa.
El objetivo principal de este proyecto ha sido el aprovechamiento máximo del espacio además de exprimir al máximo la luz natural. Una luz muy especial en esta zona, característica de los barrios altos del valle, como Erguin, Makatzena… En las cotas altas el sol brilla de manera diferente.
Respecto a la organización de espacios, se plantea un esquema funcional claro.
A través de un eje de almacenamiento se articula la zona de día y la de noche, quedando la zona de día completamente orientada al sur y aprovechando al máximo las ventajas que nos aporta el sol, luz y calor.
Este eje, además permite evitar la superficie de pasillo aprovechando al máximo la superficie útil, algo fundamental en una vivienda de poca superficie como esta.
La materialidad de las vigas existentes, la iluminación indirecta y el color, son los elementos principales de esta intervención.
